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Hoy en día es imposible pensar que un servicio de traducción no esté equipado con ordenadores personales, servidores locales, servidores en la nube, software de gestión de proyectos, ERP, herramientas TAO…, y no haga uso de diccionarios y recursos lingüísticos digitales. Ya nadie trabaja pasando encargos en papel de una bandeja a otra para saber en qué estado se encuentra cada uno de ellos.
Parece que la digitalización de los procesos es una asignatura que ya hemos aprobado, pero ahora toca subir nota. Además de tener que aprender a estar al tanto de los cambios de software de gestión y traducción, toca lidiar con la inteligencia artificial, esa inteligencia que parece que podrá con todo, y que, en una posible rebelión, podrá destituir de su propio puesto de trabajo a cualquiera de nosotros.
No seamos catastrofistas. Podemos aliarnos con la IA
En Elhuyar trabajamos en el campo de la inteligencia artificial aplicada a la lengua, campo de la inteligencia artificial ligada al uso y generación de la lengua. Pero no solo eso: somos un equipo multidisciplinar donde expertas y expertos lingüistas trabajan con todos los aspectos relacionados con la lengua.
Podríamos deliberar sobre el modo en que afectará Chat GPT (con su último sistema GPT-4) a la creación y traducción de contenidos —y otras cuestiones—, pero podemos ir a tecnologías más concretas, las cuales hoy en día son ya maduras y totalmente integrables en nuestros trabajos diarios.
Elia, sistema de traducción automática multilingüe
Elia es un sistema de traducción automática multilingüe, basado en redes neuronales e inteligencia artificial, integrado totalmente en las herramientas TAO más utilizadas (SDL Studio, Wordfast…). Podemos trabajar con este traductor en los 6 idiomas de los que dispone (euskera, castellano, catalán, gallego, inglés y francés) con solo añadir una nueva opción en nuestra configuración habitual de proyectos.

La configuración y uso de este tipo de sistemas es sencillo; tan sencillo como añadir un nuevo recurso a nuestro proyecto de traducción. Y ¿en qué nos puede ayudar? En traducir segmentos sin empezar de cero; es decir, empezar a traducir partiendo de una propuesta de traducción, siempre que esa opción nos convenga.
Cada profesional puede adecuar el uso de esta tecnología de la manera que más le convenga; por ejemplo, ajustando los valores de coincidencia sobre las memorias de traducción. Es decir, podemos ajustar la configuración para que la traducción automática se use solo en caso de que no haya coincidencias de más de x % para el segmento en el que estamos trabajando, o, si lo preferimos, para que se use la traducción automática en todos los segmentos, porque nos interesa tener una propuesta de ese tipo para cada uno de los enunciados que estamos traduciendo.
Todas las primeras veces están llenas de incertidumbres, y seguro que en el primer encargo en el que utilicemos la inteligencia artificial tendremos la sensación de estar haciendo trampa. ¿Sigo haciendo traducciones? ¿Es otro tipo de trabajo?
No hablemos de posedición, sigamos hablando de traducción.
El uso de la traducción automática en sí no nos tiene que llevar a dejar de trabajar a nuestra manera, no nos debe obligar a entregar trabajos de traducción sin apenas revisión para satisfacer las tarifas y plazos de nuestros clientes. Usemos la traducción automática como un recurso más, para no empezar a traducir nuestros segmentos desde cero si es que nos conviene, y hacerlo a nuestra manera. Conozcamos la tecnología e intentemos sacar el máximo provecho de ella.
Y, siguiendo con tecnologías a las que podemos sacar provecho en nuestros servicios de traducción, hablemos también de los transcriptores y reconocedores de habla automáticos. Creamos y consumimos cada vez más contenidos audiovisuales, y eso ha llevado a agencias de traducción y otros agentes del sector a ofrecer servicios relacionados con este tipo de contenidos: desde transcripciones de audios hasta subtitulaciones de vídeos, con sus respectivas traducciones.
Estos nuevos servicios han creado la necesidad de profundizar en las técnicas de transcripción y subtitulado, obligando a traductores y traductoras a conocerlas. Hoy en día, estos procesos también están asistidos por tecnología.
Aditu, reconocedor del habla
Aditu es un reconocedor del habla que transcribe y subtitula automáticamente los audios y vídeos que se cargan en la plataforma. Podemos procesar los contenidos que tenemos almacenados en el ordenador; y también podemos hacerlo partiendo de un enlace al contenido. Con solo pulsar un botón, obtendremos en pocos minutos una primera versión de la transcripción del contenido.
La plataforma Aditu, además de transcribir y subtitular automáticamente, permite editar el texto de una forma amigable y fácil. Es decir, no solo permite utilizar la inteligencia artificial para conseguir una primera transcripción, sino que ofrece además la posibilidad de editar ese texto para que el resultado final sea óptimo.

La pantalla de edición de subtítulos está diseñada para que la persona que edite dicho texto pueda hacerlo de la forma más fácil posible. Por ejemplo, estas son algunas de las características más relevantes:
- Previsualización de los subtítulos sobre el vídeo.
- Línea de tiempo, con cajas de texto, para poder arrastrar los textos en el tiempo.
- Información adicional, como, por ejemplo, caracteres por segundo y número de caracteres por línea.
- Menú: búsqueda avanzada, configuración, información sobre shortcuts…
- Exportación de los subtítulos o transcripciones, en diversos formatos: srt, vtt, stl…
Además de las funcionalidades mencionadas, Aditu también ofrece la posibilidad de traducir automáticamente transcripciones y subtítulos. De ese modo, permite contar con una primera versión de las traducciones en varios idiomas, utilizando para ello Elia.
La forma de trabajar de los proveedores de servicios lingüísticos está cambiando rápidamente, al igual que el mercado en el que se venden dichos servicios. Pero hay algo que no ha cambiado: el rigor de los profesionales para cuidar de la lengua y ofrecer así el mejor resultado o producto posible. Desde las agencias de traducción se sigue trabajando por el idioma y para la comunicación, y, sin perder de vista ese objetivo, se adecúan los procesos con la ayuda de las últimas tecnologías. Conocer la inteligencia artificial y sus aplicaciones en los procesos reales es una ayuda más para conseguir ese fin.
Artículo escrito por Itziar Cortés Etxabe
Coordinadora de la unidad de Lengua y Tecnología de Elhuyar.


