Este mes entrevistamos a una de las empresas fundadoras de ANETI: Intertext.
Charlamos con Dorothee Orf, una de las profesionales con mayor trayectoria en el sector de la traducción e interpretación en España, sobre su empresa y las tendencias de nuestra industria:
Dorothee, ¿cómo fueron los inicios de Intertext? ¿Cuándo se constituyó la empresa y con qué objetivos se creó?
Dorothee Orf: Intertext Traducción y documentación multilingüe, S.L. se fundó oficialmente en mayo de 1988, coincidiendo con el registro de la marca Intertext. En aquellos tiempos estaban saliendo al mercado los primeros ordenadores personales, no existía Internet ni los emails y las comunicaciones se realizaban por télex o fax. Nuestra primera publicidad la hicimos en Páginas Amarillas, que aún se distribuían en papel.
Sin embargo, la economía española mostraba claras tendencias de internacionalización. El rápido crecimiento de nuestra empresa es una prueba más de la salida al exterior de las empresas españolas, que requerían servicios de traducción. Nacimos en una época muy propicia, pero pronto pasamos de ser pocas empresas de traducción a ser muchas y conformar un sector propio.
Cuando nacimos no existía Internet ni los emails y las comunicaciones se realizaban por télex o fax.
Ofrecer traducciones especializadas por aquel entonces no era sencillo: solo podíamos recurrir a diccionarios en papel, catálogos, textos paralelos, consultas a especialistas, etc. Gracias a que la era digital estaba comenzando, nos hicimos con todos los avances conforme iban llegando, tanto en el terreno de la traducción como de la gestión empresarial.
Intertext se creó con un objetivo que hoy en día sigue más vigente que nunca: la profesionalización de los servicios de traducción y la implantación de las mejores soluciones tecnológicas para satisfacer las necesidades de nuestros clientes. En 2004, obtuvimos por primera vez la certificación según la norma de calidad ISO 9001 y, en cuanto salió la norma propia de nuestro sector, la ISO 17100, fuimos la segunda empresa española en certificarnos.
Este objetivo también nos impulsó muy pronto a cofundar en 1990, junto con otras 5 o 6 empresas, la primera asociación sectorial ACT, de la que posteriormente surgió ANETI. Lo que más nos preocupaba era la divulgación del servicio de traducción, muy desconocido en aquel entonces. Había que definir, en un esfuerzo colectivo, criterios de calidad y profesionalidad, así como concienciar a empresas y usuarios sobre la importancia de una correcta imagen y presencia lingüística para su internacionalización. Desde entonces, se han conseguido grandes logros, especialmente a través de la norma de calidad, pero aún queda mucho por hacer.
Fuimos la segunda empresa española en certificarnos según la norma de calidad ISO17100, específica del sector de la traducción.
¿Por qué el nombre de Intertext?
En un primer momento, pensamos en llamarnos Tradexpert, que hacía referencia a la “traducción por expertos”. Queríamos expresar que, en nuestra empresa, los textos de nuestros clientes siempre iban a ser traducidos por traductores especializados.
Finalmente se impuso Intertext y un tiempo después se añadió «Traducción y documentación multilingüe» para enfatizar nuestro enfoque documental. En el entorno de un servicio B2B, los textos que traducimos forman parte de la documentación corporativa de las empresas y consideramos que es muy importante verla como conjunto. No obstante, el enfoque del traductor experto está muy presente en nuestros procesos, como explicaremos más adelante.
¿Cuáles son vuestras especialidades y qué tipo de clientes tenéis? ¿Trabajáis más para España o para el extranjero?
Nuestro servicio es esencialmente B2B y nuestros clientes son empresas internacionales o en vías de internacionalización. El perfil de nuestra clientela abarca desde grandes grupos multinacionales hasta pequeñas y medianas empresas, organismos nacionales e instituciones europeas.
Nuestros clientes se encuentran fundamentalmente en España, pero pronto empezamos a internacionalizarnos nosotros mismos. En estos momentos, tenemos clientes en unos quince países, tanto dentro como fuera de Europa y el 30-40 % de nuestra facturación proviene del exterior.
Nuestras traducciones siempre pasan por varias manos: las del traductor, las del revisor, y en muchos casos las del maquetador, programador, subtitulador o locutor. El cliente solo recibe su traducción una vez que haya pasado por nuestro control de calidad final.
Contadnos un poco vuestro procedimiento de trabajo. Por ejemplo, ¿qué recursos o herramientas utilizáis?
Cuando organizas una empresa, lo lógico es implantar una estructura y unos procedimientos para trabajar en equipo. Vas mirando dónde fallan, aprendes de los errores y los vas perfeccionando a lo largo de los años. La certificación según ISO 9001 e ISO 17100 nos llevó a profesionalizar aún más nuestra gestión, marcarnos objetivos, trabajar con indicadores y medirlos. Entendemos que el valor añadido que ofrece una empresa de traducción a sus clientes es fundamentalmente la gestión de este servicio y el aseguramiento de la calidad.
Cada nuevo proyecto que recibimos es un reto, ya que consideramos que todos los clientes son únicos y que sus necesidades definen un encargo a su medida.
En resumen, nuestro trabajo consta de tres pasos: el preproceso, en el que recibimos el pedido, lo analizamos y seleccionamos los recursos ―traductores y revisores― más adecuados para abordarlo; el proceso, en el que se hace la traducción, se revisa y se lleva a cabo un control final interno ―ortografía, integridad, formato, cifras y coherencia terminológica; y el posproceso, en el que el documento traducido se entrega al cliente. Además, después hay una fase de posprocesamiento, dedicada a la memoria de traducción y la terminología.
Nuestras traducciones siempre pasan por varias manos: las del traductor, las del revisor, y en muchos casos las del maquetador, programador, subtitulador o locutor. El cliente solo recibe su traducción una vez que haya pasado por nuestro control de calidad final.
En cuanto a las herramientas de traducción que más usamos, destacaríamos SDL Trados, MemoQ y Across. También el paquete Adobe ―especialmente Acrobat e InDesign―, y AegiSub para subtitulación, pero la lista sería larga si tuviéramos que enumerarlas todas.
A menudo, tenemos que adaptarnos al software y los entornos que utilizan nuestros propios clientes. Cuando empezamos, probábamos todas las herramientas que salían al mercado, que en ese entonces no eran tantas, y nos apuntábamos a cualquier novedad. Hoy en día seguimos probando, pero la implantación de nuevos sistemas es precedida por un proceso de evaluación y optamos por soluciones consolidadas en el mercado.
En vuestra opinión, ¿qué es lo que hace vuestra empresa especial o diferente al resto?
Pensamos que nuestro auténtico valor añadido es la gestión profesional de los proyectos de traducción en el marco de un sistema de calidad muy consolidado, como os contábamos antes.
También creemos que podemos puntuar en cuanto a recursos. A lo largo de más de 30 años, hemos realizado proyectos en muchísimos ámbitos de especialización, en una gran variedad de combinaciones lingüísticas y con requisitos técnicos diversos. Tanto en el ámbito de la localización de software, web como en el campo audiovisual. Puesto que nuestro servicio mayoritario es la traducción revisada (TEP), hemos podido «tirar del hilo» y seleccionar una cartera de traductores nativos especializados considerable.
Los treinta años de experiencia, los recursos acumulados y los frutos de nuestro proceso de mejora continua pensamos que son nuestros puntos fuertes.
¿Cuáles creéis que son los principales retos a los que se enfrenta el sector de la traducción?
Sin duda, el principal reto en nuestro sector, como en la mayoría, es el de la digitalización y automatización. Aunque suene poco apropiado para un servicio lingüístico que todavía tiene el aura de artístico o artesano, y exceptuando ciertas áreas creativas, la traducción tiene potencial de automatización. Así lo demuestra el avance de las tecnologías de traducción asistida y automática.
Somos optimistas. La globalización, en sus próximas fases (y posibles vaivenes), conllevará enormes necesidades de traducción, y ahí estaremos nosotros como profesión de traductores y mediadores lingüísticos.
La traducción asistida permite gestionar mejor y de forma más homogénea la documentación corporativa de nuestros clientes. La traducción automática, en ciertos casos, permite alcanzar la rapidez que demanda el creciente ritmo de los negocios y de la información hoy en día. Hemos salvado oportunidades de nuestros clientes en no pocos casos gracias a la traducción automática poseditada, con la que han podido entregar su documentación a tiempo en licitaciones y concursos. Abogamos por que estas herramientas se utilicen siempre con el debido control humano para que no se vaya degradando nuestro principal instrumento de comunicación, la lengua.
Por otro lado, está la digitalización y automatización de la propia gestión de las traducciones y de nuestros sistemas de gestión empresarial. Seguro que no hemos agotado las posibilidades de ofrecer mayor comodidad y eficiencia a nuestros clientes y proveedores.
También tendremos que enfrentarnos a un número creciente de formatos y soportes de los textos, desde web, software, apps, soportes audiovisuales, etc., y se encontrarán soluciones para procesarlos. Otro valor añadido de las empresas de traducción es precisamente poder gestionar estas necesidades tecnológicas asociadas a la traducción y preparar los proyectos para que los lingüistas y traductores puedan hacer su trabajo.
En resumen, los principales retos de nuestro sector son tecnológicos, pero somos optimistas. La globalización, en sus próximas fases (y posibles vaivenes), conllevará enormes necesidades de traducción e ingentes cantidades de información que han de traspasar las barreras lingüísticas de forma escrita y hablada, y ahí estaremos nosotros como profesión de traductores y mediadores lingüísticos.
Más info:
Intertext, agencia de traducción
Muntaner, 198-200
08036 BarcelonaTel: +34 932 003 033
Web: www.intertext.es
Correo electrónico: info@intertext.es