Este mes entrevistamos a una de las empresas fundadoras de ACT, el embrión de la actual ANETI. Charlamos con Nuri Salvador, directora de Traduccions LINK, con sede en Girona.
Nuri, ¿cómo fueron los inicios de Link? ¿Cuándo se constituyó la empresa y con qué objetivos se creó?
Ya desde pequeña soñaba con ser traductora y tener mi propia empresa, pero nada más lejos de la realidad… Trabajé 13 años en Iberia y empecé a estudiar INEF (Educación Física), pero después de terminar el primer curso me di cuenta de que no me gustaba. Una amiga estudiaba EUTI y decidí probar.
Cuando me gradué, una compañera de estudios me propuso abrir la empresa. Y así empezamos, en un ya muy lejano 1986, en Barcelona, tres socias… ¡y un ordenador Amstrad!
En 1989 inauguramos una sucursal en Girona, mi ciudad natal, pero al cabo de poco tiempo continué mi andadura en solitario, ya solamente en Girona.
En la actualidad, ¿quiénes formáis parte del equipo de Link?
Aparte de los traductores free-lance con los que colaboramos, el equipo in-house de Traducciones LINK está compuesto de dos traductores, una administrativa y yo.
Empezamos, en un ya muy lejano 1986, en Barcelona, tres socias… ¡y un ordenador Amstrad!
¿Cuáles son vuestras especialidades y qué tipo de clientes tenéis? ¿Trabajáis más para España o para el extranjero?
Hacemos mucha traducción de catalán y mucha traducción jurídica. Yo soy traductora jurada de catalán e inglés por el MAEC y otra compañera también es traductora jurada de inglés. De todos modos, tenemos una cartera de clientes muy amplia: desde instituciones (Generalitat, ayuntamientos de Barcelona y Girona, Patronato de Turismo Costa Brava-Girona, Fundación Gala-Salvador Dalí…) y empresas multinacionales (Haribo, Zoetis, Panini…) hasta un montón de notarios, abogados y gestorías. Colaboramos también con otras empresas de traducción, sobre todo haciendo traducciones juradas del catalán al inglés.
Un 95 % de nuestra facturación corresponde a clientes españoles, pero también tenemos algunos clientes en el extranjero, sobre todo empresas de traducción con las que colaboramos desde hace muchísimos años.
Trabajamos de una manera bastante artesanal, con mucha atención al detalle.
Contadnos un poco vuestro procedimiento de trabajo… Por ejemplo, ¿qué recursos/herramientas utilizáis?
Trabajamos de una manera bastante artesanal, con mucha atención al detalle, pero también utilizamos Trados en los proyectos que lo permiten. Desde hace años, contamos con la certificación ISO 17100.
A lo largo de todos estos años habréis vivido muchas anécdotas, ¿podéis compartir alguna con nosotros?
En 1994 tuve que firmar un contrato con la CIA porque estuve haciendo traducciones para Radio Liberty durante varios años…
En 2001 Panini y la editorial Casterman quisieron publicar la colección de Tintín con una nueva traducción y un nuevo formato. Así, nos encargaron la traducción de todos los tintines del francés al español y al catalán, y también realizamos toda la maquetación con el nuevo tamaño, más pequeño que el habitual. Ello nos obligó a adaptar (recortar) el texto, porque no nos cabía todo el texto original… Cuando tuvimos todos los libros traducidos, Casterman perdió el juicio que le interpuso la otra editorial que había estado publicando la colección hasta ese momento y se tuvieron que retirar todos los ejemplares. Finalmente se pudieron publicar en 2007 en un cofre recopilatorio conmemorativo del centenario del nacimiento de Hergé.
En 1994 tuve que firmar un contrato con la CIA porque estuve haciendo traducciones para Radio Liberty durante varios años…
En vuestra opinión ¿qué es lo que hace vuestra empresa especial o diferente al resto?
Yo creo que quedamos pocas empresas que hagan las traducciones con tanto cariño… También cuidamos muchísimo la relación personal con los clientes, y me atrevería a decir que para muchos de ellos somos imprescindibles, o, al menos, intentamos serlo asesorándoles en lo que podemos.
¿Cómo estáis viviendo el impacto de la COVID-19?
Esta pandemia ha hecho que nos demos cuenta de que hay factores externos que no hay manera de prever y que no podemos controlar, y que pueden afectarnos mucho, tanto a nivel personal como empresarial.
Echo también en falta la comunicación que supone el estar todas las personas trabajando en un mismo lugar. El teletrabajo funciona, pero no es lo mismo…
Y también prestamos una especial atención al cash-flow de la empresa y a los cobros, aspectos básicos en estos momentos.
Uno de los retos que hay que afrontar es, sin duda, encontrar un buen equilibrio entre traducción humana y tecnología.
¿Cuáles crees que son los principales retos a los que se enfrenta el sector de la traducción?
Uno de los retos que creo que hay que afrontar es, sin duda, encontrar un buen equilibrio entre traducción humana y tecnología. Desde el momento en que existe una máquina que puede hacer traducciones bastante aceptables, creo que nuestra función es ir más allá, aportar nuestro know-how.
Otro reto es hacer frente a la gran competencia que hay. Antes, los clientes solamente pedían un presupuesto; ahora piden tres o más… y, como nuestras tarifas no son las más económicas, hay que hacerles ver el valor añadido que les aporta nuestro servicio.
También está el hecho de que los clientes cada vez piden plazos de entrega más cortos, con lo que volvemos a la tecnología…
Me gustaría también que se ampliara el abanico de lenguas que traducimos normalmente y se tradujeran más lenguas asiáticas o africanas.
Me gustaría mucho que ANETI llegase a convertirse en un referente en el sector.
Y para finalizar ¿por qué os asociasteis a ANETI y cómo valoráis vuestra presencia en esta asociación? ¿Qué esperáis de ANETI?
De hecho, la primera reunión de la ACT, el embrión de ANETI, se llevó a cabo en nuestro despacho en Barcelona. Creo firmemente en el asociacionismo y he ocupado durante muchos años diferentes puestos en la Junta Directiva, primero de ACT y luego de ANETI, entre ellos los de vicepresidenta y secretaria. Además, también somos socios de ELIA.
Me gustaría mucho que ANETI llegase a convertirse en un referente en el sector y que los diferentes organismos gubernamentales y patronales nos tuvieran en cuenta en temas de internacionalización, ya que nuestras empresas tienen una función básica en este sentido.