El pasado 26 de mayo finalizó el congreso de ANETI, que ha supuesto una edición ‘especial’: fragmentada, online y con networking virtual.
Analizamos las dos últimas sesiones que protagonizaron Carlos la Orden y Carmen Torrijos:
El equipo ampliado:
En el fragmento 3 de nuestro congreso, Carlos la Orden, traductor y profesor de la UNIR, nos habló de la importancia de la comunicación durante los procesos de traducción en una ponencia que tituló: El equipo ampliado – Profesionalidad y empatía con clientes, empleados y colaboradores externos.Durante su exposición, Carlos nos dejó claro que una buena comunicación con los clientes, el equipo interno y también con los colaboradores externos es fundamental para el buen hacer de una empresa, yaque si la comunicación no se lleva a cabo de una forma adecuada, acaba perjudicando a la empresa en todos sus aspectos: en el proceso de traducción, en las relaciones con los colaboradores y clientes, en nuestra reputación…
En su interesante ponencia nos dio muchos consejos para ayudarnos a mejorar las comunicaciones en nuestra empresa:
- Documentar los procesos, y que exista un canal de comunicación seguro para hablar con serenidad, cuando el tiempo no apremia.
- Enviar instrucciones escritas para cada proyecto. Practicar la escucha activa y leer con atención las indicaciones y las consultas.
- Proponer soluciones cuando metemos la pata. No optar nunca por el silencio, que solo genera desconfianza.
- Usar medios interactivos para que nuestras comunicaciones resulten más atractivas, por ejemplo, tutoriales de vídeo sobre el funcionamiento de nuestra empresa para los traductores que empiezan a colaborar con nosotros.
- Pedir siempre feedback, tanto a clientes como a traductores, a través de formularios claros y bien estructurados, con preguntas concretas, al menos una vez al año, o después de proyectos de envergadura.
- Analizar los proyectos grandes, una vez finalizados, con todo el equipo, y comentar qué ha funcionado bien y qué se puede mejorar. Y documentar las conclusiones para que nos sirva en el futuro.
- Mantener un diálogo en redes con los colaboradores para continuar la conversación más allá de proyectos específicos y encontrar información que nos ayude a completar nuestro mapa de competencias.
- Implicar a los colaboradores externos en la formación que realicemos en nuestra empresa.
- Cuidar el tono de voz de las comunicaciones: ser profesional, pero cercano a la vez.
- Cultivar la empatía y la buena educación, pero también la claridad. Comentar los problemas y proponer soluciones.
Traductores en Inteligencia Artificial:
Una semana después, en nuestro cuarto y último fragmento, Carmen Torrijos, lingüista computacional del Instituto de Ingeniería del Conocimiento (IIC), nos habló del perfil del lingüista computacional, un perfil mixto que combina la lingüística con el mundo de la tecnología y que va muy en línea con la formación y la experiencia de los profesionales de la traducción.
En su charla El valor del significado. Traductores en Inteligencia Artificial, comentó que la lingüística computacional busca la forma de automatizar ciertas tareas que realizan los lingüistas, como la detección de entidades, análisis de sentimiento, extracción de ideas, clasificación de textos o traducción automática, así como de “entrenar sistemas que sean capaces de realizarlas de la misma manera que lo haría un humano o con la mayor precisión posible”. Se trata en gran parte de crear sistemas capaces de trabajar con el significado, con la semántica, algo muy unido a los procesos de traducción.
Se recomienda que los lingüistas computacionales entiendan el PLN y que puedan llevar a cabo tareas propias de la ciencia de datos, aunque su función depende, sobre todo, de su criterio lingüístico para tomar decisiones sobre el tratamiento de textos.
Los lingüistas computacionales deben pensar en el fundamento de las soluciones que proponen, en su consistencia, en el margen de error a asumir o en si estas se contradicen con otros criterios establecidos anteriormente.
¿Cómo se forma este criterio lingüístico? Se entrena en el día a día, pero se apoya en gran medida en aspectos como formación lingüística, sensibilidad hacia el lenguaje, cultura general, familiaridad con distintos lenguajes especializados, experiencia en toma de decisiones y orientación a resultados. Estos aspectos, junto con la apertura al uso de la tecnología y la capacidad para trabajar con otros perfiles, suelen estar ampliamente cubiertos por los profesionales de la traducción.
Los lingüistas computacionales diseñan y preparan los textos con los que se entrenan los modelos de lenguaje, tanto supervisados como no supervisados. En el caso del entrenamiento supervisado, realizan la anotación, casi siempre semántica, y validan los resultados del modelo.
En estos procesos entran en juego las dos especialidades fundamentales del traductor: la semántica y la pragmática. Esa es la verdadera conexión entre la traducción y la lingüística computacional, junto a una conciencia lingüística y metalingüística que siempre nos ha servido a los humanos para aprender y enseñar idiomas, y que ahora nos permite trasladar a los sistemas los matices y las particularidades del lenguaje natural.
Carmen nos invitó a no perder de vista nuestro auténtico valor como traductores, que nos hace formar parte del desarrollo de la Inteligencia Artificial: “captar la semántica y el uso del lenguaje con sensibilidad, con conciencia y con criterio lingüístico”.
Desde ANETI queremos agradecer la implicación de los ponentes del congreso (Scheherezade Surià, Antoni Oliver, Carlos La Orden y Carmen Torrijos), de nuestros patrocinadores (Gespoint, Estudio Sampere y RWS-Trados), así como de todos los participantes, tanto integrantes de empresas de traducción como traductores autónomos.
¡Os esperamos en el IV Congreso ANETI!