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Resumen del diagnóstico “Uso de la tecnología en el sector de la traducción”

Por Itziar Cortés Etxabe, de Elhuyar

El pasado julio tuvimos la oportunidad de asistir a un curso de dos jornadas enfocado a las tecnologías para la traducción. El curso en cuestión era parte del programa de UNUM, la primera edición de los Cursos de Verano Transfronterizos que se celebraron en Bayona, dentro de la oferta de los Cursos de Verano de la UPV/EHU.

El título del curso fue “La traducción, una actividad en continua transformación tecnológica”, en el cual se describe perfectamente la temática de las ponencias y mesas redondas que pudimos disfrutar.

En este artículo intentaré hacer un resumen de la primera sesión del curso, en la que Elizabete Manterola Agirrezabalaga y Gabriel Cabrera Méndez participaron en representación de las asociaciones EIZIE y ANETI respectivamente. Entre las dos asociaciones se diseñó y difundió un cuestionario con el fin de obtener información sobre el uso de las nuevas tecnologías en el sector. Los ponentes expusieron algunos de los datos más relevantes de este diagnóstico.

 

Punto de partida. De dónde surgió la idea de diseñar y difundir el cuestionario.

No es la primera vez que se plantea una encuesta para conocer la opinión de los profesionales de la traducción sobre su relación con la tecnología, ya que las nuevas tecnologías están integradas totalmente en nuestra vida cotidiana y toda tecnología dispone de idiomas (también se habló que éste puede ser un nicho de mercado en sí). Los continuos avances tecnológicos en el sector hacen que sea importante conocer la opinión del sector ante estos.

Analizando los resultados de cuestionarios previos vemos que la percepción de la tecnología depende, sobre todo, de la formación que tiene el usuario, la facilidad de uso de la tecnología en cuestión y la productividad (o sensación de productividad) que se logra al utilizarla. Es verdad que en el sector de la traducción la mayoría de los usuarios terminan adaptándose a los cambios tecnológicos; incluso, hay veces que los profesionales acuden en busca de formaciones especializadas para comenzar a utilizar nuevas herramientas. No obstante, sigue siendo un tema actual e importante para el sector, y es por ello que este diagnóstico nos da una instantánea de cómo se encuentra el sector.

No olvidemos que, tal y como se comentó en la sesión, las películas futuristas que se estrenaban en nuestros cines hace un par de décadas mostraban androides capaces de comunicarse en miles de idiomas; y, hoy en día, aunque la inteligencia artificial no se vista de robot, tenemos a nuestro alcance ese tipo de tecnología, que hace años parecía algo utópico. La inteligencia artificial ya está entre nosotros, quizás sin forma física determinada, con una capacidad de aprendizaje y adaptación increíbles. En las siguientes líneas veremos algunos de los resultados que se mostraron en el curso.

 

Resultados del diagnóstico “Uso de la tecnología en el sector de la traducción”

El cuestionario estaba dirigido a traductores y representantes de empresas. Se obtuvieron 153 respuestas: 20 de representantes de empresas y las demás de traductores.

Las empresas que respondieron al cuestionario son, en general, pequeñas: el 50 % tiene menos de 5 trabajadores, el 35 % entre 5 y 14 trabajadores; solo el 15 % tiene más de 15 trabajadores.

Entre los que respondieron como traductores, el 85 % de ellos eran autónomos, y el resto eran trabajadores por cuenta ajena. Además, entre los trabajadores por cuenta ajena, el 70 % trabajaba para la Administración pública.


El cuestionario también preguntaba sobre el género de la persona que respondía, y el 73,5 % de las personas que respondieron se identifican con el género femenino.

Otra de las preguntas era relativa a los años que los encuestados llevaban trabajando en el sector, y después de analizar los datos vemos que los trabajadores de la Administración pública son los que llevan más años trabajando en el sector.

Para completar el perfil de los encuestados también se preguntó por los tipos de servicios que ofrecía cada uno de ellos. La mayoría ofrece servicios de traducción y revisión. No obstante, muchas de las personas que respondieron el cuestionario en euskera también ofrecen servicios de interpretación; y, en el caso de los que respondieron en castellano, los servicios de traducción jurada también tienen mucho peso.

Entrando ya en preguntas relacionadas con el uso de las tecnologías, y, en concreto, con el uso de los sistemas de traducción automática, estos son algunos de los datos más significativos:

  • Casi el 64 % de los encuestados utiliza algún sistema de traducción automática.
  • Llama la atención que casi el 93 % de los trabajadores de la administración pública vasca utilizan la traducción automática (83 % de los trabajadores por cuenta ajena, 70 % de las empresas y 42 % de los freelances).
  • La mayoría de los usuarios utiliza la traducción automática integrada en SDL Trados Studio.

Y los que no usan la traducción automática (un 36 %) no lo hacen por cuestiones de calidad y privacidad. Los siguientes motivos también se han repetido varias veces: “No sé cómo integrarlo en el flujo de traducción”, “no sé qué me aportaría” y “precio”.

Razones del diagnóstico

Analizando más detenidamente a los usuarios que usan sistemas de traducción automática, vemos que los trabajadores de la administración vasca utilizan sobre todo los sistemas Elia, Itzuli y Batua; y que concuerda en que los pares de lengua en las que más trabajan son EU>ES y ES>EU. Los demás usuarios utilizan el sistema DeepL.

Además de preguntar por el uso de las tecnologías, también queríamos saber cuál es el conocimiento sobre cuáles son las consecuencias legales de usar estos servicios. Por ello, el cuestionario tenía algunas preguntas sobre el conocimiento de las implicaciones éticas y legales que tiene la utilización de dichas tecnologías y servicios.

Por ejemplo, segmentando los resultados por perfiles, vemos que el 43 % de autónomos, el 73 % de trabajadores de la Administración pública y el 50 % de trabajadores por cuenta ajena desconocen las implicaciones éticas de usar sistemas de traducción automática gratuitas. Volviendo a términos más generales, podemos decir que más de la mitad de las personas que usan traducción automática desconoce las implicaciones éticas de utilizar un sistema gratuito. Además, la mayoría de las personas que no conoce las implicaciones legales y éticas de utilizar servicios gratuitos.

No obstante, parece que las empresas están más al día sobre este tema. El 95 % conoce las implicaciones de usar este tipo de servicios gratuitos; dicho de otra manera, entre las respuestas, hay una única empresa que no conoce las implicaciones éticas de usar estos servicios.

Entendemos que las nuevas tecnologías no son solo las novedosas inteligencias artificiales, sino cualquiera de las tecnologías integradas en nuestros flujos de trabajo. Las competencias digitales necesarias para realizar trabajos de traducción y corrección son diversas y cambiantes. En el cuestionario se han listado una serie de competencias digitales que se usan en el día a día, cuando se gestionan proyectos o incluso cuando se traducen o revisan documentos. Para medir el conocimiento de cada una de las competencias, cada usuario ha valorado su nivel de manejo de cada herramienta o tarea en una escala del 1 al 5.


Los resultados muestran que la tarea que mejor manejan los encuestados es “el envío de ficheros que no quepan en adjuntos en un email”. Las siguientes tareas que más controlan los usuarios son “realizar búsquedas en memorias de traducción locales”, “editar ficheros PDF” y “alinear documentos”.

Mientras, la tarea que menos dominan los encuestados es “utilizar patrones regex” con una puntuación de 1,69 sobre 5. Otras tareas también han quedado con puntuaciones bajas, incluso inferiores al 2,25 sobre 5. Por ejemplo, “utilizar softwares de subtitulado o de transcripción automática”, “conocimiento de servicios de transcripción automática” y “utilizar softwares de dictado”.

Si analizamos las puntuaciones de las competencias técnicas junto con la edad de los encuestados, vemos que los nacidos en la década del 2000 obtienen mejores puntuaciones frente a la media (un punto más de media en total).

El cuestionario también quería medir la importancia que tienen las competencias digitales para las empresas y, por ello, algunas de las preguntas se referían a ese punto. Se pidió valorar del 1 al 5 la importancia que tienen las competencias digitales de los trabajadores para la empresa; el 60 % de las respuestas son un 4 o un 5, es decir, el 60 % piensa que tiene mucha importancia.

Además, también se preguntó sobre la importancia que tienen las competencias digitales a la hora de contratar nuevo personal, y parece que gane importancia: el 80 % de las respuestas son un 4 o un 5.

Siguiendo con las empresas, e intentando saber más sobre cómo están al día sobre las nuevas tecnologías, se preguntó si las empresas tenían a alguna persona dedicada a la prospección tecnológica; y si consideran que se invierte suficiente en tecnología dentro de la empresa. Para los dos casos se obtuvo un 40 % de respuestas afirmativas. No obstante, el 50 % de los que respondieron que tienen a alguien dedicado a la prospección tecnológica, cree que no se invierte lo suficiente en tecnología; y, por lo contrario, el 33 % de los que no tienen a nadie dedicado a la prospección tecnológica, cree que se invierte suficiente en ello.

Además, el 88 % de los representantes encuestados cree que el retorno que genera este tipo de acciones es suficiente.

Siguiendo con el uso de las tecnologías, preguntamos por la certificación ISO-UNE 18587:2020, que es la certificación que regula los trabajos de posedición. Aunque el 63 % de las empresas encuestadas haya pensado en obtener esta certificación en algún momento, solo hay una empresa que ya tenga dicha certificación.

Cartas a Olentzero

El cuestionario también daba pie a los encuestados a hacer comentarios sobre las preguntas, e incluso divagar sobre los avances tecnológicos que les gustaría vivir. Digamos que se abrió la posibilidad de escribir una carta a Olentzero.

Algunos comentarios hacían referencia a poder trabajar con la voz, es decir: manejar el ordenador o incluso traducir directamente usando solamente la voz. También hay comentarios en el que piden poder interactuar con el ordenador con voz y gestos, utilizando la webcam del mismo ordenador. Hay quien quiere dejar de teclear: Pide que en un futuro los sistemas de dictado funcionen bien.

También hay peticiones para que los traductores automáticos sean todavía mejores, que puedan traducir bien las frases largas, especialmente para los textos administrativos. Y, por el contrario, también hay quien pide la abolición de la traducción automática.

La posibilidad de que la calidad de los textos disminuya también es uno de los temores en el sector; hay más de un comentario pidiendo que se creen instrumentos para el control de la calidad en las tareas de traducción; quizás incluso sistematizar las revisiones y correcciones postraducción para garantizar la calidad.

En resumen, vemos que los datos recibidos nos dan información muy útil para conocer la realidad del sector, el perfil de los profesionales y el empleo que hacen de la tecnología, no solo sobre la utilización de la traducción automática y de otras herramientas en su día a día, sino también sobre aspectos éticos y legales que afectan a su uso. Un análisis detallado sobre los datos recabados será publicado en breve.

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