El pasado 30 de septiembre celebramos el Día Internacional de la Traducción.
Para celebrarlo creamos un divertido test para conocer cómo afrontamos los retos del día a día de la labor de traducción, qué actitud adoptamos ante los problemas cotidianos o qué decisiones tomamos ante los desafíos actuales: irrupción de la tecnología, plazos de entrega cada vez más exigentes, reducción de tarifas… Resumiendo, queríamos saber ¿qué tipo de traductores somos?
Y es que, en el fascinante mundo de la traducción, no hay una única especie de traductor. Nuestra encuesta no revela sus nombres, pero sí sus hábitos. ¡Misterio resuelto!
Al empezar una traducción…
El 60 % de los traductores son como detectives literarios: echan un vistazo rápido por encima del texto antes de sumergirse en el misterio de las palabras. El 26 % son los audaces aventureros que no pierden el tiempo y se lanzan de cabeza. Y un 14 % son los meticulosos arqueólogos que leen de arriba abajo y toman notas. Cada uno con su estilo, pero todos con una misión: traducir.
Si ves un error o una errata en el original
Aquí, la diplomacia reina. El 54 % opta por la prudencia y se lo comenta al cliente según quién sea. Un 44 % son los guardianes de la verdad lingüística y siempre lo comunican. Y un pequeño 2 % prefiere mantener un silencio monacal.
Has enviado un presupuesto y el cliente te pide una rebaja
El 76 % de los traductores se convierten en negociadores natos y revisan el presupuesto. El 20 % son los inquebrantables defensores de su valor y mantienen sus tarifas. Y un 4 % son los complacientes que aceptan sin rechistar, quizás pensando en una larga relación de negocios.
¿Cómo reaccionas ante un proyecto de traducción con el que no te sientes preparado/a?
El 40 % son los honestos que declinan, el 32 % son los valientes que aceptan el desafío, y el 28 % son los sabios que sugieren buscar a otro más experimentado. Tres caminos distintos, pero todos llevan a Roma.
Si en mitad de la noche te viene esa palabra que andas buscando…
El 56 % son los noctámbulos inspirados que se levantan para incluir la palabra en el texto. El 44 % son los confiados que apuestan a su memoria. Y un sorprendente 0 % decide seguir durmiendo. ¡La pasión por la traducción no conoce de horarios!
Llega un encargo de traducción el viernes a última hora de la mañana que hay que entregar el lunes a primera hora
El 58 % son los pragmáticos que aceptan pero con un recargo. El 22 % son los entregados que no tienen plan mejor que traducir. Y el 20 % son los equilibrados que valoran su tiempo libre.
Ante un cliente pesado/a
El 40 % son los resilientes que aceptan el trabajo y luego liberan tensiones en su clase de boxing. El 36 % son los evasivos que inventan excusas. Y el 24 % son los directos que recomiendan buscar a otro traductor.
¿Qué haces ante una traducción megaurgente de 50 palabras cuando estás a tope?
El 60 % son los superhéroes de la traducción que la hacen inmediatamente con un recargo. Y el 30 % son los altruistas que la hacen sin recargo. Y un 10% son los despistados, a los que encima se les olvida facturar la traducción.
Cuando entregas una traducción…
El 88 % son los pragmáticos que solo incluyen las notas más importantes. Un 6% son los detallistas que envían un montón de notas. Y otro 6 % son los minimalistas que entregan el trabajo sin más.
¿Cómo reaccionas ante una reclamación por un fallo de traducción?
El 64 % son los guerreros que defienden su trabajo a capa y espada. El 28 % son los preocupados que se enfrentan a una noche en vela. Y el 8 % son los precavidos que llaman a su seguro de responsabilidad civil profesional.
Cada traductor o traductora es un mundo, pero todos comparten una pasión: hacer de puente entre culturas y lenguajes. Y eso, queridos colegas, es lo que nos une.