Han pasado ya 5 años desde que se aprobó la norma ISO 18587:2017. Livia Florensa, una de las artífices y project leader de aquel proceso, nos cuenta cómo surgió la norma, en qué consiste y qué requisitos exige a los proveedores de posedición.
¿Cómo surgió la norma ISO 18587:2017?
El inicio de la traducción automática se sitúa en 1954, cuando se hicieron las primeras pruebas de un prototipo que traducía algunas frases entre ruso e inglés, aunque no fue realmente hasta principios del siglo XXI y especialmente a partir de 2013, con la llegada de la traducción automática neuronal, cuando su uso comenzó a extenderse.
Los sistemas de traducción automática (TA) se han hecho muy populares y, por tanto, el sector de la traducción y la localización ha experimentado un aumento de la demanda de servicios de posedición de TA. Además, la TA más la posedición supone una solución viable para proyectos de traducción que deben completarse en plazos muy ajustados y/o con presupuestos reducidos, proyectos uniformes, de gran volumen o repetitivos. Gracias al uso de la TA (más la posedición) se ponen a disposición del público muchos contenidos que, de otro modo, quedarían sin traducir (especialmente en idiomas de poca difusión), se reducen los costes de traducción y se puede acelerar y facilitar el lanzamiento de productos en mercados específicos, así como el flujo de información.
A principios del siglo XXI, sin embargo, no estaba claro en qué tenía que consistir el servicio de posedición (PE), qué debía corregirse y qué no al enfrentarse a un texto traducido por un motor de TA y qué competencias debían tener los poseditores. En 2009, en la conferencia anual de GALA (Globalization and Localization Association), que se celebró en Praga, se organizó un grupo de trabajo ad hoc, del que formé parte, para discutir precisamente estos temas y los diferentes niveles de posedición.
A principios del siglo XXI no estaba claro en qué tenía que consistir el servicio de posedición (PE), qué debía corregirse y qué no al enfrentarse a un texto traducido por un motor de TA y qué competencias debían tener los poseditores.
Al incorporarme como vocal al Comité Técnico 174 sobre traducción e interpretación (comité espejo español para el TC37/SC5) en 2012 y asistir, por primera vez, a la reunión anual del TC37/SC5 y, llevada por mi preocupación sobre la configuración del servicio de posedición que, además, había quedado excluido explícitamente de la norma sobre traducción ISO 17100, presenté un proyecto sobre este tema que suscitó bastante interés. Posteriormente me invitaron a presentar una propuesta formal y, en febrero de 2013 presenté el proyecto de norma sobre posedición de los resultados de TA, lo que supuso el inicio de la andadura de esta nueva norma que, finalmente se publicó en abril de 2017.
¿Qué regula esta norma?
La norma ISO 18587:2017 define algunas de las mejores prácticas para la gestión de la posedición de los resultados de la traducción automática y establece los requisitos mínimos que deben cumplirse para demostrar la conformidad de los proveedores de servicios de traducción (PST) con la norma.
En la introducción de la norma ISO 18587:2017 se plantea que los PST que apliquen sus requisitos en su proceso de posedición de TA podrán:
a) mejorar la productividad de la traducción;
b) mejorar los plazos de entrega;
c) seguir siendo competitivos en un entorno en el que los clientes exigen cada vez más el uso de TA en la traducción.
Se advierte, además, de que no existen todavía sistemas de TA con un resultado que pueda calificarse como igual al de la traducción humana, por lo que la calidad final del resultado de la TA sigue dependiendo de los traductores humanos y de su competencia en la posedición.
En general, la norma ISO 18587:2017 establece los requisitos para los procesos básicos, los recursos y otros aspectos necesarios para la prestación de un servicio de posedición de los resultados de TA que cumpla las especificaciones aplicables. Estas pueden incluir las del cliente, las del propio proveedor de servicios de traducción y las de cualquier práctica recomendada del sector. Esta norma está destinada a ser utilizada por los PST, sus clientes y los poseditores. Solo es aplicable a los contenidos procesados por sistemas de TA, aunque hace referencia a la ISO 17100:2015 como la norma que trata de los servicios de traducción en general.
Hay varios requisitos clave que el proveedor de servicios de traducción debe cumplir para satisfacer los requisitos de la norma ISO 18587:2017. El proveedor de servicios de traducción debe evaluar la calidad relativa y su idoneidad para la utilización de la TA más PE antes de hacer una oferta y contratar recursos humanos cualificados y competentes, así como recursos técnicos adecuados, y diseñar un proceso que cumpla los requisitos de la norma. La norma ISO 18587:2017 también establece que el proveedor de servicios de traducción será plenamente responsable de todo el proyecto de posedición.
La norma ISO 18587:2017 hace referencia específicamente a la posedición completa, ya que se entiende que las normas ISO deben aspirar al mayor nivel de calidad posible. La posedición simple aparece incluida en un anexo.
No existen todavía sistemas de TA con un resultado que pueda calificarse como igual al de la traducción humana, por lo que la calidad final del resultado de la TA sigue dependiendo de los traductores humanos y de su competencia en la posedición.
Los recursos humanos son muy importantes para la norma. Debe haber un proceso documentado para la contratación de poseditores cualificados. La norma también establece las cualificaciones y competencias específicas que debe tener el poseditor, que son muy similares a los requisitos mínimos establecidos para los traductores en la norma ISO 17100:2015. Sin embargo, no basta con que el proveedor de servicios de traducción compruebe que los recursos humanos (principalmente los poseditores) tienen las competencias y cualificaciones requeridas, sino que también deben registrarse y actualizarse periódicamente.
El proveedor debe garantizar que el poseditor cumpla siempre los siguientes objetivos durante el proceso de posedición:
a) comprensibilidad del resultado de TA poseditado;
b) correspondencia del contenido de la lengua de origen con el contenido de la lengua de destino;
c) cumplimiento de los requisitos y especificaciones de posedición definidos por el PST.
El PST también tiene que asegurarse de que se cumplen los siguientes requisitos a la hora de poseditar los resultados de la MT:
a) coherencia terminológica/léxica, así como el seguimiento de la terminología del dominio;
b) uso de sintaxis estándar, ortografía, puntuación, elementos diacríticos, símbolos especiales, abreviaturas u otras convenciones ortográficas de la lengua de destino;
c) cumplimiento de toda norma aplicable;
d) formato correcto;
e) adecuación a la audiencia de destino y al propósito del contenido de la lengua de destino;
f) cumplimiento de los acuerdos entre el cliente y el PST.
Además, si el acuerdo entre el cliente y el PST y las especificaciones del proyecto incluyen cualquiera de los siguientes requisitos, se debe garantizar su cumplimiento:
- seguimiento de la terminología del cliente o cualquier otro material de referencia proporcionado;
- cumplimiento de cualquier directriz propia o del estilo del cliente (incluidos el registro y las convenciones locales);
- cumplimiento de las directrices de posedición.
El PST debe disponer de un proceso para verificar el producto final con respecto a las especificaciones, antes de preparar el resultado de la posedición para su entrega al cliente.
La norma especifica, además, que debe existir un proceso para obtener comentarios de los poseditores sobre el rendimiento del sistema de traducción automática que puedan, en su caso, contribuir a mejorar los sistemas de traducción automática utilizados y los procesos seguidos.
Finalmente, se incluyen una serie de anexos a la norma en los que, además de hablar del proceso de PE simple, ya comentado anteriormente, se establece que debe haber un acuerdo por escrito entre el cliente y el proveedor de servicios de traducción. El acuerdo tiene que hacer referencia a todos los términos comerciales y a las especificaciones del proyecto. También se habla de los contenidos que podría tener la formación del poseditor, de la preedición y de la posedición automática.
Esta norma está disponible para certificación y actualmente se han certificado por la misma un creciente número de empresas de traducción españolas y extranjeras.
Esta versión de la norma será probablemente objeto de revisión en 2023.
Livia Florensa
Livia Florensa es licenciada en derecho y lleva más de 25 años trabajando en el sector de la traducción y la localización. Desde siempre, ha estado muy interesada en la calidad y ya en 1999 participó en el proyecto QUARTET (QUality AssuRance Techniques for Enhancing multi-lingual Translation) dentro del programa MLIS financiado por la UE. En 2012, pasó a formar parte del Comité Técnico 174 para servicios de traducción e interpretación. Como vocal del CT 174 ha participado en la redacción de las normas ISO 17100, ISO 13611 e ISO 18841. Además fue la artífice y “Project leader” de la norma 18587 sobre posedición. Actualmente colabora en el desarrollo de la norma ISO/CD 5060.