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Las 5 DAD que las empresas de traducción valoran de las y los traductores autónomos

Como en toda colaboración profesional, entre la empresa de traducción y sus traductores autónomos ante todo debe fluir siempre buena energía.

Las empresas procesan todos los días numerosos proyectos de traducción de diversos ámbitos, con diferentes requisitos y que requieren la participación de muchos traductores autónomos. Por eso es fundamental que la relación con ellos y ellas sea, sobre todo, fácil y fluida.

Cuando tenemos entre manos un proyecto de traducción a más de un idioma en un formato complicado y, además, el plazo del que disponemos para gestionar, traducir, revisar, maquetar -y todo lo demás que implique el encargo- es especialmente ajustado, es imprescindible que todo vaya como la seda durante el proceso. A la empresa le interesa un traductor cuyas tarifas le salgan rentables, por supuesto, pero, además, que le facilite el trabajo para poder cumplir el compromiso ante el cliente a tiempo y sin sobresaltos.

Estas son algunas de las cualidades que más valoran las empresas de traducción de las y los traductores autónomos:

  1. AGILIDAD

Las empresas necesitamos respuestas rápidas, por lo que valoramos a los traductores que están conectados y, aunque en ese momento no se encuentren delante del ordenador, te contesten con un “¡Sí, estoy disponible, envíamelo!” o “Lo siento, no puedo”. Quizá no es tan necesario que se traten todos los detalles en ese primer momento, pero es fundamental saber cuanto antes con quién podemos contar y con quién no para poder ir configurando el proyecto.

  1. SINCERIDAD

Todos trabajamos con traductores nativos y especializados en cada ámbito, en la confianza de que, con sus conocimientos, nos van a entregar un trabajo fiable y de calidad. Por eso es muy importante que cuando el traductor no se vea capacitado para enfrentarse a un texto en concreto, nos lo diga. Puede ser un traductor técnico, pero no ver claro el texto que le enviamos, que se escapa totalmente de los temas que suele tratar. Recibir un “Lo siento, no me veo capacitado para hacer esta traducción” es una prueba de honestidad y de compromiso con la calidad del resultado.

  1. PUNTUALIDAD

La puntualidad en la entrega es esencial en nuestro trabajo. Es cierto que las empresas se reservan cierto margen para sus labores de revisión y preparación del documento antes de entregarlo al cliente, pero a menudo este margen de tiempo es mínimo y cualquier pequeño retraso puede dar al traste con la imagen de fiabilidad que tenemos ante nuestro cliente.

Por eso, no solo valoramos la puntualidad, sino que una entrega fuera de plazo puede ser un motivo para no volver a trabajar con ese colaborador (salvo por circunstancias imponderables, por supuesto). Una vez más, si el colaborador no se ve capaz de entregar el proyecto a tiempo, siempre es mejor rechazar el encargo.

  1. FLEXIBILIDAD

A menudo nos enfrentamos a proyectos con unas instrucciones iniciales que llegan a cambiar tres o cuatro veces por el camino hasta llegar a su finalización: un documento en el que se introducen cambios, un documento que hay que añadir con el mismo plazo de entrega, una urgencia que hay que atender sin demora… Por eso valoramos muchísimo que nuestros colaboradores tengan flexibilidad para adaptarse a esos cambios. Una vez más, siempre puede surgir una ocasión en la que sea imposible adaptarse, pero nos da mucha tranquilidad saber que podemos contar con nuestros traductores habituales para esos momentos difíciles.

  1. CURIOSIDAD

Nos gustan los traductores curiosos, que investigan, que preguntan, que nos revelan las dudas que han tenido durante el proceso y que incluyan notas de traducción. Cuando en un proyecto grande tienes un traductor así, ayuda muchísimo, porque te desvela las dudas que, seguramente se le han planteado a los demás traductores que participan en el proyecto y no se han atrevido a preguntar. De esta forma podemos ir directamente a esos puntos y comprobar si han sido bien entendidos por todos los traductores.

Y dentro de esta curiosidad vamos a incluir también la curiosidad tecnológica, porque es una delicia encontrar a un traductor que está preparado tecnológicamente y no tiene problemas con ningún tipo de formato.

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