Año nuevo, rutina nueva.
Seguro que uno de tus objetivos para este 2022, tanto si eres empresario/a de traducción como gestor/a de proyectos o traductor/a autónomo/a, es optimizar tu jornada de trabajo y mejorar tu productividad a la hora de traducir o realizar las inevitables tareas administrativas o comerciales. Y es que, en ocasiones, tenemos la sensación de que le faltan horas al día y de que las tareas pendientes se acumulan, especialmente en estos últimos meses, ya que todos los cambios sociales, profesionales y personales que hemos vivido nos han hecho modificar muchas de nuestras rutinas.
Pues bien, en este artículo te presentamos 6 métodos muy diferentes para mejorar tu productividad. Simplemente tienes que elegir el que más se adapte a tu forma de ser, tu filosofía de trabajo u objetivo a alcanzar.
1. LA ‘TÉCNICA POMODORO’, DE FRANCESCO CIRILLO
Comenzamos con el que posiblemente sea el método de gestión del tiempo más famoso a nivel internacional: La técnica Pomodoro.
Este método consiste en dividir la jornada de trabajo en intervalos de 25 minutos o ‘pomodoros’, separados por pausas de 5 minutos, y dedicar esos 25 minutos a una misma tarea, por ejemplo, traducir o corregir un proyecto, sin ningún tipo de distracción. Cirillo recomienda tomar un descanso de 15-20 minutos cada cuatro ‘pomodoros’, es decir, cada 100 minutos.
Ahora bien, durante estos intervalos de trabajo debemos evitar todo tipo de distracciones. Así que nada de consultar emails o notificaciones de WhatsApp. No hay nada tan urgente que no pueda esperar 25 minutos.
Este sistema se basa en la idea de que el cerebro no puede concentrarse al cien por cien durante largos periodos de tiempo. En cambio, estableciendo pequeñas pausas, se aumenta la concentración y la agilidad mental.
Seguro que te estarás preguntando por qué esta técnica se llama así. Y es que Francesco Cirillo utilizaba un pequeño temporizador de cocina con forma de tomate para cronometrar estos intervalos de trabajo.
2. MÉTOCO ‘CÓMETE UNA RANA’, DE BRIAN TRACY
Sorprendente nombre ¿no? Brian Tracy basó esta técnica en la famosa cita del escritor norteamericano Mark Twain: “Cómete esa rana viva a primera hora de la mañana y nada peor te ocurrirá a lo largo del día“.
Y en esto precisamente consiste el método: En organizar el día teniendo en cuenta la relevancia de las tareas y realizar las más complicadas o costosas al principio de la jornada, dejando las más sencillas para el final. Así que, si lo que más te cuesta es corregir una traducción, facturar los trabajos del mes o buscar nuevos clientes, comienza por ahí.
Según esta filosofía, los niveles de energía van disminuyendo a lo largo de la jornada por lo que, si posponemos las labores más complicadas o desagradables a última hora de la jornada, normalmente se acaban dejando para otro momento. Sin duda, un método muy interesante para acabar con la procrastinación.
3. MÉTODO ‘HORARIO IDEAL BIOLÓGICO’ DE SAM CARPENTER
Algunas personas se despiertan cargadas de energía y pueden ‘comerse una rana’ nada más comenzar el día, pero ¿qué pasa con aquellas personas a las que les cuesta despertarse y cuya concentración aumenta conforme va avanzando la jornada laboral? Bueno, pues quizás este sea su método.
Sam Carpenter propone que escuchemos a nuestro cuerpo y que averigüemos cuáles son las horas del día en las que somos más productivos/as, puntuando con una escala del 1 al 10 nuestros niveles de productividad, concentración y motivación en cada hora durante toda una semana laboral. Para ello podemos utilizar, por ejemplo, una hoja de Excel.
Una vez que identifiques cuál es tu horario ideal biológico, dedica esas horas a realizar las tareas más difíciles e importantes.
4. MÉTODO DE IVY LEE
El método de Ivy Lee es una metodología de organización centenaria muy sencilla que ofrece buenísimos resultados.
Consiste en hacer, al final de cada día de trabajo, una lista con las tareas más importantes que tienes que hacer al día siguiente. Nunca escribas más de seis tareas y ordénalas por orden de importancia.
Si por algún motivo no puedes completar una tarea de la lista (por ejemplo, porque un proyecto de traducción se ha alargado más de lo que pensabas), repítela en la lista del día siguiente manteniendo su orden de prioridad. Y ¡ojo¡! no la pospongas más de un día.
Este ejercicio te permitirá concentrarte en una única tarea, evitando el multitasking y las listas interminables de labores pendientes.
5. MÉTODO ‘NECESITO. DEBERÍA. QUIERO’ DE JAY SHIRLEY
El propósito principal de este método es crear hábitos en torno a tres tareas que cumplan estos tres requisitos:
Necesito: Una tarea con prioridad elevada que impactará de inmediato en tu rutina laboral o vida cotidiana. Por ejemplo, terminar un proyecto de traducción.
Debería: Una tarea destinada a un objetivo a largo plazo, como lo es realizar una reestructuración dentro de la empresa o aprender un nuevo software de traducción.
Quiero: Una tarea que te apetezca hacer para motivar tu jornada laboral. Por ejemplo, leer una de las recomendaciones literarias de ANETI 😉
Con este enfoque tendrás satisfacción instantánea, avances en tus metas de futuro y motivación al dedicar siempre un tiempo a algo que te apasiona y/o te divierte.
6. LA LISTA ANTI-TO DO, DE MARC ANDREESSEN
¿Sientes que las listas de cosas por hacer te desmotivan? Entonces quizás debas aplicar el método ANTI-TO DO.
Marc Andreessen creó este sistema porque se desanimaba al repasar sus listas de tareas pendientes. Sentía que no había hecho todo lo que debía, sin importar que estuviera todo el día haciendo cosas.
Por eso su propuesta no es la de crear una lista diaria de cosas por hacer (TO DO), sino una lista de tareas hechas a lo largo del día. Así sabrás exactamente cómo has utilizado las horas de trabajo y verás reflejado tu rendimiento.
En definitiva, este método propone celebrar, al finalizar tu jornada laboral, los avances logrados para aumentar tu motivación y productividad día tras día.
Ahora que conoces varios métodos para llevar tu productividad laboral a otro nivel ¿cuál vas a aplicar?
