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¿Moldean las lenguas nuestra realidad? Introducción a la relatividad lingüística

¿Has pensado alguna vez en cómo el idioma que hablas influye en la forma en que percibes el mundo que te rodea? Desde la percepción de los colores hasta la orientación espacial y el concepto del tiempo, los idiomas tienen un impacto enorme en nuestra cosmovisión.

En este artículo, exploraremos la fascinante teoría de la relatividad lingüística, que sugiere que el lenguaje puede alterar la forma en que pensamos y experimentamos la realidad. Desde la hipótesis de Sapir-Whorf hasta ejemplos concretos de cómo los idiomas moldean nuestras percepciones, te invitamos a explorar la intersección entre el lenguaje y la mente humana. ¿Todo listo para descubrir cómo tus palabras definen tu mundo?

 

Idiomas, lenguajes, jergas…

Tú que estás leyendo esto sabes un par de cositas sobre los idiomas, al menos sobre las lenguas con las que a diario ayudas a tus clientes como parte de tus servicios de traducción, interpretación o localización.

El lenguaje hablado, signado, escrito, maullado o no verbal permite en mayor o menor medida que los humanos y, en ocasiones los animalitos también, conversemos y nos comuniquemos. Pero no termina ahí su cometido, las lenguas dan forma a nuestros pensamientos, colorean nuestras experiencias vitales, influyen en nuestro estado de ánimo y definen cómo percibimos la realidad. ¿Lo habías pensado?

Este proceso, que una lengua influya en la visión del mundo de la persona que se comunica, suele denominarse teoría de la relatividad lingüística.

¿Estás de acuerdo con que el lenguaje altera nuestra cosmovisión?

Vamos a echar un vistazo a algunas cositas que se empezaron a estudiar hace casi 70 años…

 

La hipótesis de Sapir-Whorf (clase de lingüística exprés como las ollas)

En el centro del debate sobre la relatividad lingüística se encuentra la hipótesis de Sapir-Whorf, formulada por los lingüistas Edward Sapir y Benjamin Lee Whorf. La hipótesis sugiere que la estructura de una lengua determina, o al menos influye, la forma en que sus hablantes perciben y piensan sobre el mundo. Hay dos versiones principales de esta hipótesis:

La versión fuerte como el vinagre (determinismo lingüístico): El idioma que hablamos determina la forma en que pensamos y percibimos la realidad.

La versión suave como la seda (relatividad lingüística): El idioma que hablamos influye en nuestros pensamientos y percepciones, pero no los determina.

 

Ejemplos de relatividad lingüística

  • Percepción del color según el idioma

Diferentes idiomas categorizan y nombran los colores de manera diferente. Por ejemplo, mientras que el inglés distingue entre azul y verde, el idioma ruso tiene palabras únicas para azul claro (голубой – goluboy) y azul oscuro (синий – siniy), al igual que el italiano con azzurro y blu o el chino mandarín con sus límites desdibujados entre el azul y el verde de las hojas de loto, que pueden convertir una tarde de recreo en una discusión acalorada y no concluyente con tu vecina Xiaowang acerca de si el hierbajo en cuestión posee esta o aquella tonalidad y acabes con las piernas devoradas por los mosquitos, ajenos a la relatividad lingüística.

Se ha demostrado que los hablantes de estas lenguas, como la vecina Xiaowang, distinguen más rápidamente los matices entre colores que su lengua clasifica claramente.

  • Sentido de la orientación

¿Te habías parado a pensar que en español usamos términos egocéntricos como «izquierda” y «derecha” para describir las relaciones espaciales? Algunas comunidades indígenas, como los Guugu Yimithirr de Australia, usan los puntos cardinales como “norte” y “sur”.

En China también usan referencias cardinales para orientarse por las calles y les interesa mucho cómo está orientada una casa, por saber si tiene buen fengshui (la dirección de los vientos, la cercanía al agua, la salida del sol), en definitiva, si el piso está bien ventiladito y tiene luz, (pocos pisos dentro de la M-30 pasarían esta prueba). En consecuencia, su conciencia y orientación con respecto a los puntos cardinales son muy precisas, no como nos pasa en Albacete.

¿Ves la esquina aquella del bar Casa Pepe? Pues esa no, la siguiente.

  • Percepción del tiempo

En español o en inglés, el tiempo fluye horizontalmente (el pasado queda atrás, el futuro está adelante). Sin embargo, el pueblo aimara de los Andes percibe el pasado delante de ellos y el futuro queda detrás. Su lenguaje refleja esto, lo que lleva a una conceptualización fundamentalmente diferente del tiempo.

«El tiempo pasa despacico».
Joaquín Reyes emulando a Madonna en «Celebrities»

  • Concepto de responsabilidad

Algunos idiomas, como el español o el japonés, suelen utilizar construcciones pasivas al describir accidentes. Por ejemplo, en inglés se podría decir «I broke the vase», mientras que en español decimos «Se me ha roto el jarrón, leñe». Las investigaciones sugieren que los hablantes de dichas lenguas podrían recordar eventos accidentales con menos culpabilidad, ¿qué opinas? Yo no he roto un plato en mi vida…

 

Pues no estoy de acuerdo, José María

Aunque se ha demostrado que el relativismo lingüística existe, es esencial señalar que no todos los académicos la respaldan. Los críticos argumentan así:

  1. Universalidad de la experiencia humana: Si bien los idiomas pueden enfatizar cosas diferentes, los humanos de todo el mundo comparten una amplia gama de experiencias y emociones, lo que sugiere que la cognición no depende totalmente del lenguaje.
  2. Bilingüismo: Los bilingües, que cambian de idioma a menudo, suponen un desafío a la versión fuerte como el vinagre de la hipótesis que os hemos contado. La facilidad o fluidez entre idiomas que tienen los bilingües sugiere que la cognición puede operar independientemente de las estructuras lingüísticas.

 

Si bien continúa el debate sobre la relatividad lingüística, es innegable que el lenguaje desempeña un papel fundamental en la configuración de nuestras experiencias, recuerdos y tal vez incluso nuestra visión del mundo. Sin embargo, si determina nuestra percepción o simplemente influye en ella, sigue siendo un tema de investigación y discusión.

En un mundo donde las culturas se fusionan y el multilingüismo va en aumento, comprender las relaciones entre el lenguaje y el pensamiento se vuelve aún más crucial. A fin de cuentas, gracias este mosaico de diversidad lingüística, disfrutamos de una paleta más rica de experiencias y cognición humana.

 

Artículo adaptado por Luz M. Sanchis del original de Islam Younis “Language relativity” publicado en: https://www.mts-tech.com/2023/08/22/language-relativity/

Luz M. Sanchis e Islam Younis trabajan para Multilingual Technologies (MLT) desde Madrid y El Cairo, respectivamente. filial estadounidense y europea de la empresa Master Translations (MTS), fundada en Xiamen, China, en el año 2000. ¿Verdad que la frase anterior también parece un fragmento de la canción Disnelyandia de Jorge Drexler como el título de este artículo? A principios de 2023, nos convertimos en socios de ANETI, tras establecer nuestra sede en Madrid y estaremos encantados de asesorarle y asistirle con traducciones de lenguas asiáticas.

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