Asociación Nacional de Empresas de Traducción e Interpretación

  • Inicio
  • Trucos de ergonomía para profesionales de la traducción

Trucos de ergonomía para profesionales de la traducción

Los y las profesionales de la traducción pasamos largas horas sentados frente al ordenador escribiendo o revisando miles de palabras al día. Aunque parece que se trata de un trabajo sin grandes ‘peligros’ físicos, realizar tareas sedentarias, repetitivas y con pantallas durante muchas horas puede causar todo tipo de dolencias.

En un artículo anterior explicamos cómo transformar nuestro espacio de trabajo en un lugar cómodo y confortable ya que es donde pasamos la mayor parte del día. En este artículo vamos a analizar cuáles son los riesgos ergonómicos más habituales derivados del trabajo de los profesionales de la traducción:

 

1. El síndrome del túnel carpiano

¿Sientes sensación de hormigueo, dolor e inflamación en tus dedos y manos? Entonces es probable que sufras el síndrome del túnel carpiano.

El túnel carpiano es espacio situado en la muñeca, por el cual pasan los tendones flexores de los dedos y el nervio mediano. Este síndrome se produce por la compresión del nervio mediano por los tendones flexores de los dedos.

Normalmente esta sintomatología aparece o aumenta durante la noche, o bien se presenta al despertar. Las mujeres son tres veces más propensas a tener síndrome del túnel carpiano que los hombres. Así que, en un sector tan feminizado como lo es el de traducción, es una patología que hay que tener muy en cuenta.

Para evitar problemas con el túnel carpiano es imprescindible un diseño ergonómico del puesto de trabajo y mantener manos y muñecas en una postura neutral y cómoda. Otro factor importante es mover el teclado con frecuencia para que manos y muñecas puedan trabajar en diferentes posiciones sin forzar la postura.

Hay alfombrillas para el ratón del ordenador y reposamuñecas que pueden ayudarte a prevenir el síndrome de túnel carpiano. Son económicas y previenen muchos problemas.

 

2. Dolor de espalda, cuello y hombros

Probablemente este, junto con la falta de riego sanguíneo, sea uno de los principales problemas en personas con trabajos sedentarios como los traductores.

Para evitar el dolor de espalda, cuello y hombros, en primer lugar, es importante tener una silla cómoda, cuya altura podamos ajustar, de manera que los pies descansen en el suelo o en un reposapiés. Además, si nuestra silla es demasiado alta pueden aparecer puntos de presión en las piernas, originando una sensación punzante en las piernas o hinchazón en pies y tobillos. Evita también cruzar las piernas.

Ajusta el reposabrazos de tu silla para apoyar la columna en la región lumbar. Si necesitas más apoyo en esta zona y no tienes posibilidad de comprar otra silla, utiliza un dispositivo de apoyo lumbar.

Haz un esfuerzo por sentarse correctamente. La mayoría estamos acostumbrados a sentarnos encorvados, lo que es poco recomendable para la espalda.

Mientras trabajamos conviene mantener los brazos relajados y alineados con el cuerpo, y colocar el teclado cerca para no tener que estirar los brazos hacia delante. Los reposabrazos de las sillas ayudan a relajar los hombros.

Si trabajas con documentos en papel, colócalos en un portacopias para que puedas mirar hacia delante la mayor parte del tiempo. Pero, sin duda, te recomendamos que inviertas en una segunda pantalla: Ganarás en comodidad y productividad.

Por último, el denominador común para aliviar todos estos síntomas es hacer descansos frecuentes mientras traducimos. Cambia ligeramente de postura a lo largo del día para liberar tensión en los músculos, y levántate y camina durante un par de minutos cada media hora para activar el riego sanguíneo.

 

3. Síndrome Visual Informático (SVI).

El avance de la tecnología ha hecho que un gran número de dispositivos (televisiones, ordenadores, móviles, tabletas…) formen parte de nuestro día a día. Sin darnos cuenta estamos sobrexponiendo a nuestros ojos a un entorno ‘multipantalla’ y obligándolos a realizar un sobresfuerzo constante.

La luz de las pantallas emite gran cantidad de rayos azul-violeta de alta energía, que dañan las células de la mácula, un tejido sensible a la luz situado en el fondo del ojo, en el centro de la retina. Esto aumenta el riesgo de padecer DMAE (Degeneración Macular Asociada a la Edad), una de las principales causas de ceguera en el mundo.

Como traductores/as, el número de horas diarias que pasamos frente a la pantalla del ordenador se ha ido incrementando durante los últimos años, lo que nos obliga a mirar fijamente durante largos periodos de tiempo y a parpadear con menos frecuencia de lo normal. Todo esto puede provocar irritación y sequedad ocular, fatiga visual e incluso dolor de cabeza.

Para prevenir estos problemas oculares, asegúrate de que recibes la luz que precisas para la actividad que estás realizando: si hay demasiada o muy poca, te costará más enfocar. Comprueba, además, que el brillo de la pantalla es el adecuado y que no tienes reflejos. También es interesante aumentar el tamaño de la letra para trabajar o ampliar el nivel del zoom del documento.

Cierra los ojos y parpadea con frecuencia. Y cuando empieces a notar que los ojos te molestan, para un rato y busca nuevos enfoques.

Para evitar la aparición del SVI los expertos recomiendan observar la regla del 20, 20, 20: Apartar la mirada de la pantalla durante 20 segundos cada 20 minutos enfocando a una distancia de 20 pies (6 metros).

Noticias relacionadas